domingo, 11 de enero de 2009

Obeso Perverso



Puedo olfatear el hedor de su piel grasienta a gran distancia
De sus poros emanando el Wisky que me obliga a beber.
Cuyo sudor se impregna en mi piel.
Me tiene encerrada en el sótano
El moho y la humedad agotaron el oxigeno
Solo respiro podredumbre.

Las horas no pasaban y él estaba llegando.
Pero esto apenas estaba comenzando.

Por la abertura de la puerta oxidada
Una ves al día me proveé de alimentos líquidos
En porcelanas llenas de mugre.

Rezo por salir de aquí
Pero Jesús no está
Solo espero que la comida esté envenenada.
La sala esta vacía y no hay instrumento alguno para quitarme la vida o las vidas.

El sabor agridulce del señor es una inmundicia que me hace vomitar

Entonces me puso en cuatro y me escupió los agujeros.
Y luego, en mi ano podrido, insertó su pene.

La falta de higiene era notable, así que hizo que le haga sexo oral.
Estaba amarronado y el sabor denotaba secreciones genitales secas.
Balbuseando, por tener la boca llena, exclamé:

-¡Gordo impotente, te odio!

¡Te vas a arrepentir!!

Tomó la botella de vidrio y la golpeó contra mi cabeza
Entonces introdujo los pedazos quebrados muy por el fondo de mi vagina.
Mis gritos no lo conmovieron, y comenzó a lamer la sangre
Que esta ves no pertenecía al período menstrual.

Alguien tocaba el timbre y entonces se alejó
Me dio una patada en el estomago para luego cerrar la puerta
Dejándome sumergida en el mas profundo abismo.

En mi desesperación fantaseé con que el visitante sea quien me rescate
Pero el optimismo se hacía polvo por cada cristal astillado que se quebraba en mi interior.

Las palpitaciones y mi mente se alteraban como una bomba a punto de detonar
Desgraciadamente decidió regresar.

Pude ver su silueta en el vidrio queriendo volver a entrar.
Intenté acercarme para evitar que lo haga
Pero los pedazos de vidrio astillaban mis órganos.
Las puntadas eran ardientes, punsantes y demenciales.
Y la carne cruda comenzó a salirme por la vagina.

¡No pude detenerlo!!

Porque esta ves no estaba solo, no estaba solo, eran dos.

Y el bebé que llevo dentro ha muerto

Ahora solo espero que la gangrena haga efecto y me libere de este infierno.